Estrés: resiliencia y gestión

La resiliencia al estrés es la resistencia que nuestro organismo ejerce a padecer episodios de tensión que pueden convertirse en crónicos.

Los eventos adversos pueden afectar a nuestro cerebro principalmente se consideran fuentes primarias de riesgo de depresión, ansiedad y otros trastornos. Sin embargo, también es cierto que muchas las personas que se enfrentan a acontecimientos vitales estresantes no desarrollan resultados adversos, es decir, presentan una resistencia a los efectos nocivos del estrés. En este sentido, queda demostrado que los factores genéticos pueden moldear la resistencia del organismo a la adversidad.

La medicina moderna trata ahora de estudiar y evaluar qué causas existen detrás de una persona con escasa resistencia al estrés y determinar qué se puede hacer para aumentar sus marcadores.

Gestión del estrés desde un estudio profundo del individuo

No se pueden aplicar soluciones si no se conocen las causas que han llevado a una persona a padecer estrés crónico. Mediante un profundo diagnóstico, el especialista en gestión del estrés de SHA Wellness Clinic ayuda a identificar aquellos factores internos y externos que están generando estrés en el día a día de una persona. Posteriormente, se actúa sobre su sintomatología, que puede ser de lo más variada y que por ejemplo incluye:

• Frustración
• Pérdida de control
• Dificultad para relajarse
• Pesimismo
• Cansancio
• Mala memoria
• Problemas estomacales
• Y muchos otros…

El resultado de ese exhaustivo análisis debe ser la recuperación de la salud emocional y física, aumentando así la resistencia (o resiliencia) frente al estrés.

Instaurar hábitos saludables frente al estrés

Desarrollar resiliencia frente al estrés es una tarea a largo plazo. El especialista dará unas pautas generales para que el huésped las trabaje en su día a día, con el fin de desarrollar fuertes mecanismos de defensa cerebrales contra el impacto negativo de los momentos de estrés, por pequeños que éstos sean. Algunas de estas pautas son:

1. Desarrollar una actitud fuerte y correcta ante la adversidad
2. Controlar nuestras vidas
3. Ser plenamente consciente
4. Fomentar su lado más espiritual
5. Trabajar el optimismo
6. Fomentar las relaciones sociales
7. Hacer ejercicio